Wednesday, March 29, 2006

Alguna vez lo dije y hoy lo reitero, no soy otra cosa que un “Wannabe” que se disfraza de oficinista de lunes a viernes, para sufragarse sus vicios los fines de semana.

No soy un pensador dormido en el sopor del sistema, al contrario soy parte del sistema, pago impuestos, tengo tarjeta de crédito, me visto según los cánones de aceptación social, salgo de viaje un par de veces al año, acudo de vez en cuando ala iglesia a pedir por “mi”, por los “míos” y cada vez que tengo una bronca, me baño, me emborracho… no soy otra cosa, más que una persona común y corriente.

Sin embargo, siempre me ha gustado decir lo que pienso y hoy más que nunca la posibilidad de decir lo que uno piensa se me hace de vital importancia.

No voy a empezar a hacer ningún tipo de propaganda política, creo que eso no me toca a mí… pero debo expresar mi indignación acerca de las reformas a la Leyes Federales de Radio y Televisión, y a la de Telecomunicaciones o como se le ha llamado “Ley Televisa”.

Estas reformas suponen dejar el sector radio y televisión al libre arbitrio de los consorcios (Televisa y T.V. Azteca) que en teoría debieran ser regulados por dicha Ley (¡!!).Actos que estaban bajo la potestad del Estado son cedidos a la potestad de los consorcios, sin compensación alguna; excluyéndoles de obligaciones y responsabilidades sociales y públicas que son sumamente necesarias tratándose de medios con ilimitada influencia en la vida de la gente.

Me causa horror ver este tipo de arbitrariedades e imaginar un país (mi país!!!) sin pluralidad en los medios (no hay espacio para los medios públicos en esta reforma) y donde todo se concentre en las manos de unos pocos, pero si algo hace que se me erice la piel (como lo demostraron los noticieros nocturnos de ambos consorcios) es que no hay espacio para la crítica… no hay, nulo, nul, niet, nein, cero, NO!!!!... pues ambos noticieros se dedicaron a remarcar las ventajas de la reforma y se encargaron de descalificar cualquier tipo de crítica, llamando a evitar que este país siga estancado en el oscurantismo.

Por favor, no me jodan!!!... si a esas vamos, por qué no abren el sector a la inversión extranjera, estoy seguro que la CBS, la BBC o la NHK podrían producir un programa “mierdero” diez veces mejor que cualquier chingadera llamada Rebelde, la Academia o Bailando por un Sueño.

Hey!... no soy de ideas comunistas, ni le voy al “peje” o al PRD (Pinche Pablo Gómez!!!, no nos vengas con golpes de pecho y aguanta tu corrupción como los hombres PENDEJO!!), no soy pro-yanqui pero como buen mexicano soy malinche… en resumen me considero de corte “neoliberal-moderado”, en otras palabras creo en el Estado Keynesiano… ni muy, muy, ni tan, tan (simplemente... no me quieras ver la cara de pendejo).

Pero si vamos a privatizar, vamos a hacerlo bien…

No voy a atacar a la gente que trabaja en esas compañías, de hecho tengo muchos amigos que trabajan en dichas compañías y me atrevo a decir que todos son gente de lo mejor… porque lo son… y estoy seguro que ellos (en mayor o menor medida) no piensan muy diferente a mí, al menos en este aspecto… sobretodo una amiga que trabaja en Televisa, que si la conozco un ápice, ya debió haber hecho sentir su parecer y la admiraré si lo hizo… porque es una hocicona y amo a las hociconas.

Espero que no reciba represalia alguna… creo que las ideas son muy importantes, expresarlas más y defenderlas aún más… lo digo porque al final de cuentas no soy otra cosa que “un muerto de hambre” al que le importan más sus ideas que sus bienes… si fuera Bill Gates o Azcarraga, tal vez, me importarían más los bienes materiales que mis ideas… pero como no lo soy seguiré hablando, gritando y pateando.

No guardes silencio, visita la página del IMER y opina al respecto.

El Golfo esta preocupado y no lo vamos a dejar solo.

No tengo necesidad de mentirte, y si dudas de lo que te digo aquí están las leyes vigentes (Radio-T.V y Telecomunicaciones) y el dictamen del senado sobre el proyecto de reforma.

Puede que no estés de acuerdo conmigo y eso lo respeto… no lo tolero, lo respeto que es distinto.